La corrección de estilo es una labor crucial en el proceso de publicación de textos, aunque todavía es una tarea poco conocida. Muchos clientes tienden a creer que corregir la ortografía es suficiente para que un texto esté listo para imprimir. Sin embargo, quienes nos desempeñamos en esta labor sabemos que el trabajo de un corrector de estilo va mucho más allá. No se trata solo de revisar las tildes o los puntos, sino de mejorar la coherencia, cohesión, y fluidez del texto, haciendo que la escritura transmita con claridad el mensaje que el autor desea comunicar.
A pesar de la importancia de este trabajo, los correctores de estilo a menudo enfrentan desafíos al momento de cobrar por sus servicios. Muchos clientes cuestionan las tarifas porque no comprenden la verdadera magnitud del trabajo que conlleva. Si eres un corrector principiante o incluso si tienes experiencia, pero no sabes cómo fijar tus precios o si tus tarifas son adecuadas para el mercado, este artículo te será de gran utilidad. Aquí exploraremos diversas variables que influyen en cómo cobrar por una corrección de estilo, teniendo en cuenta tanto la naturaleza del texto como la experiencia del corrector.
¿Qué implica una corrección de estilo?
Antes de determinar cuánto cobrar por una corrección de estilo, es importante comprender claramente en qué consiste este trabajo. Aunque algunos correctores pueden realizar tareas adicionales, las principales funciones de un corrector de estilo suelen incluir:
- Chequeo de datos y coherencia estructural: Asegurarse de que la información sea correcta y que la estructura del texto sea lógica y fluida.
- Corrección de errores gramaticales, sintácticos y ortotipográficos: Esto incluye revisar la gramática, sintaxis, puntuación y otros aspectos técnicos del texto.
- Uniformidad en la escritura y adherencia a las normas de estilo: Se busca que el texto mantenga un estilo coherente, siguiendo las guías de estilo solicitadas.
- Consistencia del contenido con los elementos gráficos: En textos que incluyan gráficos, tablas o imágenes, el corrector verifica que estos elementos estén bien ubicados y correctamente referenciados en el texto.
Cada una de estas tareas requiere tiempo, conocimiento y experiencia, y todas deben considerarse a la hora de fijar una tarifa adecuada.
Métodos para calcular la tarifa de una corrección de estilo
Hay varias formas de calcular el precio por un trabajo de corrección de estilo, y cada corrector puede adoptar el método que mejor se ajuste a su situación y al tipo de texto que va a corregir. A continuación, analizaremos algunas de las formas más comunes para establecer tarifas:
1. Cobrar por cantidad de caracteres
Uno de los métodos más precisos para fijar un precio es cobrar por el número de caracteres. En programas como Microsoft Word, puedes acceder al recuento de caracteres en la pestaña de “Revisar” y luego “Contar palabras”. Este método es útil porque los caracteres incluyen todos los elementos del texto (letras, espacios, signos de puntuación), lo que te da una idea muy precisa de la cantidad de trabajo que implicará la corrección.
Por ejemplo, si un cliente te proporciona un texto con 103,561 caracteres y decides cobrar 1,100 pesos chilenos por cada mil caracteres, podrías cobrar un total de 113,917 pesos por corregir ese texto.
Este método es especialmente útil para textos en prosa, donde la cantidad de caracteres suele ser alta y no hay muchos elementos gráficos que ocupen espacio sin requerir corrección.
2. Cobrar por cantidad de palabras
Otro método popular es cobrar por el número de palabras del texto. Esto es útil porque es una métrica fácil de entender tanto para el corrector como para el cliente. Al igual que con los caracteres, puedes utilizar herramientas como Word para obtener el número total de palabras.
Supongamos que un texto tiene 15,000 palabras y decides cobrar 15 pesos por palabra. El cálculo total sería 225,000 pesos por ese proyecto. Este método ofrece una tarifa fija por cada palabra, lo que lo hace sencillo de aplicar y de justificar frente a los clientes.
3. Cobrar por cantidad de páginas
Cobrar por página es una de las formas más comunes en algunos mercados, especialmente en Chile. Este método es fácil de usar y de comprender para los clientes, ya que simplemente se multiplica el número de páginas por el precio acordado por página. Sin embargo, tiene sus desventajas, ya que el número de palabras o caracteres en una página puede variar dependiendo del tamaño de la fuente, el interlineado y los márgenes.
Por ejemplo, si un texto tiene 37 páginas y decides cobrar 3,500 pesos por página, el costo total sería de 129,500 pesos. Es importante establecer previamente el formato del documento (tipo de fuente, tamaño, interlineado) para evitar malentendidos.
Este método es especialmente útil para textos que contienen muchos elementos gráficos o imágenes, ya que estos pueden ocupar una gran parte de la página sin aumentar significativamente el número de palabras.
4. Cobrar según la calidad del texto
Otro factor importante a considerar es la calidad del texto que recibes para corregir. No todos los textos son iguales. Algunos pueden estar casi impecables y requerir solo pequeñas correcciones, mientras que otros pueden estar llenos de errores gramaticales, mala redacción o ser extremadamente técnicos, lo que puede hacer que la corrección sea mucho más compleja y requiera más tiempo.
Por esta razón, muchos correctores solicitan una muestra del texto antes de cotizar. Si un texto tiene muchos errores o es muy técnico, como un artículo científico que sigue un formato específico, podrías cobrar más por el tiempo adicional que te tomará corregirlo.
5. Cobrar por la urgencia del trabajo
Al igual que en otros trabajos, la urgencia es un factor que puede influir en el precio. Si un cliente te pide que corrijas un texto en poco tiempo, es probable que tengas que dedicar más horas o incluso sacrificar otros proyectos para cumplir con el plazo. En estos casos, es habitual aumentar la tarifa.
6. Cobrar según la experiencia del corrector
La experiencia es uno de los factores más importantes a la hora de fijar un precio. Un corrector con muchos años de experiencia no debería cobrar lo mismo que alguien que recién está comenzando. La corrección de estilo es un trabajo que se mejora con la práctica, y un corrector experimentado puede identificar y corregir problemas con mayor rapidez y precisión.
Si estás empezando en este campo, puede ser recomendable comenzar con una tarifa más baja hasta que adquieras más experiencia. Por otro lado, si ya tienes varios años de experiencia, no dudes en valorar tu trabajo y cobrar de acuerdo a tus habilidades.
Ejemplo práctico de tarifas en una empresa
Para ilustrar cómo podrían variar las tarifas, veamos un ejemplo práctico de cómo cobra una empresa editorial por sus servicios de corrección de estilo. En Tipográfica, las tarifas dependen tanto de la experiencia del corrector como de la cantidad de palabras del texto.
Un corrector junior podría cobrar 4,500 pesos por cada mil palabras, mientras que un corrector senior podría cobrar 4,800 pesos por la misma cantidad de palabras. Si un cliente proporciona un proyecto de 45,000 palabras, el corrector junior cobraría un total de 202,000 pesos, mientras que el corrector senior ganaría 216,000 pesos por el mismo trabajo.
Esto demuestra cómo la experiencia y el volumen de trabajo influyen en la tarifa final.
Consejos para cobrar adecuadamente
Para finalizar, te ofrecemos algunos consejos prácticos para que puedas fijar tarifas adecuadas y justas para tu trabajo de corrección de estilo:
- Solicita siempre una muestra del texto: Antes de cotizar un proyecto, pide una muestra del texto para evaluar su calidad y complejidad.
- Aclara los términos del proyecto: Asegúrate de discutir con el cliente aspectos como el formato del documento, la urgencia y si se requieren servicios adicionales (como la corrección de elementos gráficos).
- Haz una autoevaluación honesta: Si eres principiante, establece tarifas más bajas hasta que adquieras más experiencia. Si ya tienes experiencia, no dudes en cobrar de acuerdo a tus conocimientos.
- Mantén tus tarifas actualizadas: Revisa periódicamente tus tarifas para asegurarte de que estén acorde al mercado y a tu nivel de experiencia.
- Explica el valor de tu trabajo: Educa a tus clientes sobre lo que implica una corrección de estilo. Muchas veces los clientes no entienden el verdadero valor de tu trabajo y creen que solo se trata de corregir ortografía.
En resumen, la corrección de estilo es una tarea compleja que requiere habilidades específicas, experiencia y tiempo. Fijar una tarifa justa depende de varios factores, como el volumen de trabajo, la calidad del texto, la urgencia y la experiencia del corrector.